Venezuela inició, este
jueves, un largo asueto de una semana con el que el presidente socialista
Nicolás Maduro busca bajarles la temperatura a las protestas más fuertes contra
el Gobierno en más de una década, aunque en algunas regiones del país se
mantenían focos de tensión.
El presidente, que ha hecho llamados a la paz mientras acusa
a sus adversarios de ser "fascistas" empeñados en derrocarlo, decretó
no laborables el jueves y el viernes en conmemoración de los fuertes disturbios
sociales ocurridos en 1989, conocidos como el "Caracazo".
El asueto se sumará al tradicional feriado de Carnaval, el
lunes y el martes de la semana próxima, fecha en la que los venezolanos
tradicionalmente migran en masa hacia las cálidas playas caribeñas del país
petrolero.
Y el próximo miércoles está previsto el inicio de varios días
de conmemoraciones por el primer aniversario del fallecimiento del líder
izquierdista Hugo Chávez, mentor político de Maduro.
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